"Y el lago se puso rojo"

No hay nada más importante que la vida en si.

He visto esos documentales de "animales salvajes" donde la ternura de algunas madres conmueven hasta la médula.

Miramos a los elefantes africanos realizar esas jornadas extensas en medio del desierto que resultan más que una aventura, donde su naturaleza generosa ante la muerte no pasa desapercibida.

Los camarógrafos "videan" desde lo espacios más recónditos de la tierra a un centenar de insectos apareándose, las extrañas orejas de un hipopótamo asomando apenas a la superficie, el arranque de celos de algún felino, los partos, las crías, los mimos de una pareja de delfines, el ambiente familiar de los simios, las tortugas regresando a los mares, el delicado plumaje del flamingo y su extravagante color, los trazos al aire de un ave...no hay nada más importante que la vida en si...o podría decir, que el respeto a la vida, en si.

Cuando un especie se encuentra a punto de extinguirse, no sabemos el impacto ambiental que pueda derivar de ello. Si no habrá más Gorilas de montaña en los próximos años es cosa seria y, desafortunadamente, este primate tiene al enemigo más perverso muy cerca: el hombre.

Su hogar está en una de las zonas más exquisitas y más disputadas del mundo, colmada de recursos minerales preciosos. Al este del Congo converge antagónicamente un tesoro natural que sirve de morada a poco menos de 300 gorilas y es también una zona de guerra fabricada por los rebeldes sobrevivientes al genocidio de 1994.

Para los gorilas de montaña no hay tregua. Más de 240 guardabosques dedicados a protegerlos han sido expulsados del lugar...estos hombres se han alimentado de hojas y lodo. Recuerdan todos los días la vulnerabilidad de aquellos primates, cazados también para probar su carne como un "banquete exótico".

Si es doloroso verlos tan frágiles en medio de un conflicto sangriento y milenario, es más doloroso recordar a los 10 gorilas ejecutados de un balazo en la nuca, a manera, se percibe, de diversión.

Sólo 700 gorilas en el mundo, o menos. Su ADN es 98% idéntico al de su depredador. Cada gorila tiene huellas digitales únicas con las que puede ser identificado y son muy vulnerables a enfermedades transmitidas por el hombre.

En el 2006, un estudio concluyó que más de 5 mil gorilas fueron exterminados a causa del ébola. Sin embargo, lo que está empujando al gorila al borde de la extinción es la indiferencia.

Tras los desastrozos hechos de 1994, miles de refugiados saquearon el parque Nacional Virunga, en la frontera con el Congo y Rwanda. La reserva era hogar de 2 mil especies de plantas, 706 de aves, 218 de mamíferos que incluyen al gorila de montaña. Recientemente, un portavoz habló con el mismo miedo que da la muerte: "Hay grupos armados que viven y comen en el parque"..y qué comen?. Ellos han destruído el hábitat de estas especies deforestando el bosque y asesinando bestialmente. Laurent Nkunda, líder rebelde, no da tregua.

En medio de todo están los gorilas de montaña, amenazados, al borde de la extinción.

Como un aliciente surge el Mountain Gorilla Project, un proyecto de Diane Fossey que pretende hacer conciencia entre la población local sobre los beneficios económicos que trae consigo la protección de esta especie. Paulatinamente, el resultado ha sido positivo: El turismo atraído por el gorila de montaña es la tercera fuente de ingresos en Rwanda. Así, tras el éxito, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente crea el Proyecto para la Supervivencia de los Grandes Simios, en coordinación con ONGS.

Actualmente cerca de 12 mil especies se encuentran en peligro de desaparecer.

En un artículo de México Desconocido se lee: "la pérdida de la diversidad biológica es una de las crisis más apremiantes del mundo”...y quién lo discute?.

En México, cerca de 100 especies no volverán a ser vistas gracias a la ignorancia.

S.E.D.