sábado, marzo 28, 2009

7 años de Guantánamo: "Si los muertos pudiesen regresar"...

Abu Bakker vió por primera vez las imágenes del “11-S” cinco años después de haber ocurrido aquel atentado. No entendía porqué el edificio se desmoronaba o porque lo habían hecho caer. Tampoco entiende hoy porque fue torturado y encarcelado durante 5 años en la Base Naval de la Bahía de Guantánamo acusado de planear todas esas muertes.

Bakker fue marginado desde su infancia por los pobladores chinos de Xinjiang, quienes han perseguido su cultura y religión desde que invadieron su territorio, el territorio de los uigures. Obligado a realizar los trabajos más duros y vivir una vida de miseria, Bakker apoyó la revuelta contra los chinos con poco éxito.
Sufrió humillaciones y maltrato al ser encarcelado por siete meses. Tras su liberación decidió emigrar a Turquía.

Una parada inesperada en Pakistán cambio su vida. Ahí escuchó bombardeos pero pensó que se trataba de una guerra civil. Un chií lo vendió a la Milicia Estadounidense por 5 mil dólares. Lo hicieron pasar por “Terrorista” y fue recluído en la cárcel militar de Kandahar. Comía cada tres días.
Ya en Guantánamo, Bakker sufrió el peor maltrato psicológico y físico que puede dejar la guerra…

En 1903, después de la Guerra hispano-estadounidense y gracias a una enmienda pactada por los presidentes de ambos países, Estados Unidos obtuvo el arrendamiento perpetuo de la Base Naval de Guantánamo, Cuba con el fin de operar estaciones navales y de embarque. Para 1961 la Revolución Cubana rechazó la legitimidad de este acto y el Gobierno de Fidel Castro cortó todo suministro de agua de la Base Naval, hecho por demás irrelevante para los Estadounidenses quienes enseguida reactivaron los servicios de agua y electricidad haciendo al lugar independiente… incluso construyeron un centro comercial, bares, restaurantes, estación de bomberos, una gasolinera, una capilla, una piscina, dos cines, un hospital, una casa de cambio, una estación de radio y dos colegios.

La Base Naval ha servido desde enero de 2002 como prisión para sospechosos militantes de Al-Qaeda y el ejército talibán capturados al invadir Afganistán por órdenes del Genocida George Bush.
En los campos Delta y Echo se concentraron los “combatientes enemigos ilegales", nombrados así por la Administración de Bush para ser enjuiciados desde un tribunal militar con capacidad de someterlos a interrogatorios forzados y evitar que la ONU o la UE argumentaran una violación a lo establecido en la Convención de Ginebra, donde se habla de los derechos de prisioneros de guerra.

Existe evidencia suficiente para determinar que en la cárcel de Guantánamo se han violado los más elementales derechos humanos: aislamiento por periodos prolongados, actos humillantes relacionados con la violación a la libertad de culto, sometimiento a temperaturas extremas, abusos sexuales, sesiones de electroshocks, golpizas, situaciones límites de tortura (impedirles dormir, ahogarles con bandejazos de agua, desnudarles y obligarles a dormir de rodillas).

Un equipo de profesionales médicos y científicos (reconocido con el apelativo “Biscuit”) realiza un informe de las “debilidades” psíquicas y fìsicas de los encarcelados con el fin de estudiar distintas formas de tortura que significarían mayor sufrimiento y darían mayor “resultado”.La participación de estos Médicos militares pone en claro la violación al código de ética profesional al que deberían someterse.

En un inicio, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció en informes confidenciales remitidos a la Administración de Bush, que el Ejército estadounidense recurría a la coerción psicológica y física en contra de los presos, sin embargo Bush calificó los informes como “absurdos” y “ridículos” e inclusive aceptó cínicamente que al menos tres reos fueron interrogados por la CIA bajo el método del “waterboarding”, que consiste en lanzar agua al detenido en la cara de forma que no pueda respirar, pero sin llegar a matarlo. Se presume que cerca de 250 presos han sido sometidos a esta práctica durante los 7 años de existencia de la cárcel de Guantánamo.

El saudí Mohamed al-Qahtani confesó haber sido obligado a levantarse todos los días a las 4 de la madrugada y no permitirle acostarse hasta la medianoche. También dijo haber sido torturado para gruñir y ladrar como perro mientras le desnudaban o para escuchar el himno nacional de Estados Unidos de pie. El Pentágono nunca negó estos hechos e hizo público un comunicado en el que explica que al Qahtani fue interrogado de acuerdo a "un plan muy detallado llevado a cabo por profesionales entrenados, motivados por el deseo de obtener información de inteligencia ". Al cabo de unos días, Mohamed al-Qahtani pidió un bolígrafo para escribir su testamento y se negó a ingerir alimentos entrando en un estado grave de deshidratación que obligó a los médicos de la prisión a aplicarle suero por vía intravenosa.


El 10 de Junio del 2006, tres prisioneros musulmanes (dos sauditas y un yemenita) se suicidaron dentro de la base. Esto contribuyó al involucramiento de ciertas organizaciones Pro-Derechos Humanos y destapó más testimonios.Estúpidamente, la Administración Bush tomó las muertes como una ofensa y el almirante Harry Harris declaró que esos suicidios fueron "actos de guerra contra Estados Unidos".

El Centro para los Derechos Constitucionales (CCR) declaró que EEUU ha creado un clima de suicidios en la prisión y que “el nivel de estrés psicológico al cual están sometidos los detenidos no puede ser subestimado. Están atontados, deprimidos, desesperados, muchos de ellos sufren efectos psicológicos debido a una detención indefinida” .

Para los presos, la única solución definitiva que detendrá las palizas y vejaciones, es la muerte. Más de 40 intentos de suicidio y huelgas de hambre masivas son el escape a las torturas físicas y psicológicas.
En Guantánamo, los encarcelados han perdido toda esperanza de un trato humano.

Referente a las denuncias de tortura, el ex-presidente Bill Clinton declaró que sólo hay una manera de verificar si se está tomando una postura demasiado dura con los prisioneros: "Hay que preguntarse siempre: se están violando los principios fundamentales de la sociedad norteamericana? Si la respuesta es sí, quiere decir que ya concediste una victoria a los terroristas".

Actualmente cerca de 558 detenidos continúan en la cárcel de la base naval estadounidense en Bahía de Guantánamo. Los detenidos proceden de 41 países distintos: 132, son de Arabia Saudí, 125 de Afganistán y 107 de Yemen. Por la base estadounidense pasaron un total de 759 reclusos.

Murat Kurnaz, ex- recluso liberado y autor del l ibro Un inocente en el infierno. Cinco años en Guantánamo’ (Star/RobinBook) afirmó que todos los detenidos en Guantánamo son “culpables comprados” porque EEUU ofreció a los más pobres de la región (Pakistán, Afganistán y países africanos musulmanes) grandes recompensas (3 a 5 mil dólares) por cada capturado, lo que llevó a la gente a inculpar inocentes a cambio del dinero que les ofrecería comida y una nueva casa.
“El 95% de los prisioneros son inocentes y el 5 % son pequeños delincuentes pero nada que ver con lo que los norteamericanos quieren ofrecer a la opinión pública” dice Kurnaz. “Los verdaderos culpables fueron trasladados en el inicio de la guerra a otro sitio oculto y los norteamericanos saben quienes son los que montaron todos los atentados. Los prisioneros en Guantánamo fueron comprados a cazarecompensas para llenar un hueco y a ninguna persona en Guantánamo se le puede acusar de algo. Todas las personas están retenidas sin ningún tipo de motivo ni acusación”.

De haber cometido algún crimen, porqué no se les enjuicia? Todo parece un doloroso secuestro, porque esos hombre tienen hijos, madres, esposas, que están sufriendo y muriendo con ellos desde el día de su detención.

Hay una estela de daños a la humanidad. Estos hombres, en su mayoría inocentes, han perdido la confianza en las leyes y la fe en los hombres.

Si bien como especie somos los únicos que encontramos placer en destruírnos, también hay constancia de que algunos alrededor del mundo ponen todo su esfuerzo por preservar la paz. En enero de este mismo año, Barack Obama ratificó su compromiso de cerrar la cárcel de Guantánamo, y terminar con el programa de la CIA que permite recluír a sospechosos en prisiones secretas sin control judicial. Asimismo se vigila el cumplimiento del Manual de Campo del Ejército de EE UU donde se prohíben amenazas, coerción, abuso físico y el “waterboarding”.

Parece que atrás quedan los días en que el genocida George W. Bush defendió públicamente la aplicación de “interrogatorios forzados” para obtener información sobre la Organización Al Qaeda. Según él, esto era argumento suficiente para hacer cambios en la legislación que establecieran nuevas reglas y metodologías para torturar y perseguir a sospechosos terroristas.

El compromiso se extiende: Europa podría acoger a aquellos prisioneros que no sean llevados a juicio y cuya vida correría peligro si regresan a sus países. Esto representa aproximadamente 62 prisioneros. Sin embargo Holanda y Austria se niegan a cooperar tras considerar que esta es una problemática generada por EEUU y que deben resolverla ellos mismos.
Difícil será reincorporarlos a la sociedad ya que el daño psicológico que sufrieron es importante. Algunos presos han perdido ya la cordura. Hasta ahora no se ha hablado de un compromiso por parte del Gobieron de EEUU para ofrecer atención médica y psicológica a los casi 700 presos, muchos de ellos inocentes, recluídos ahí por casualidades y no por pruebas.

Sus historias son muy similares: hombres que estaban en el lugar incorrecto, en el momento incorrecto y que han sufrido 7 años de tortura sin que nadie haga nada para deterlo.

Este fue un crímen a los ojos del mundo, Cuba no dejó de denunciarlo nunca, la ONU, como siempre, no fue capaz de detener los actos degradantes de la Adminsitración Bushiana, a la Cruz Roja le faltó valor civil para enfrentarlo de cara y Bush no dejaba de justificarse en televisión.
No podemos conformarnos con el cierre de Guantánamo!

Que se haga una investigación OBJETIVA de las denuncias de maltrato y tortura y que los culpables sean enjuiciados y encarcelados!.

Que el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld; el Secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff; el Jefe del Pentágono, Robert Gates, los militares implicados-inclusive los que han pedido públicamente una disculpa por su participación-, y el mismo George Bush sean juzgados!.

Que la Administración de Obama admita el daño irreparable a las familias y otorgue de por vida apoyo médico y psicológico a presos!

Que no se violenten más las garantías indiviudales en nombre de intereses económicos, pues es bien sabido cuál es el origen del 11-S.

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